Es un procedimiento extrajudicial en el que el una persona física no empresaria o un empresario puede negociar el pago de la deuda con sus acreedores apoyado por la figura del Mediador Concursal.
VENTAJAS:
La primera consecuencia es la paralización de las ejecuciones que puedan existir sobre el patrimonio (con determinadas excepciones, siendo la más relevante la relativa a derechos reales cuando se refieren a hipoteca de la vivienda).
Si no hay acuerdo con los acreedores, en caso de seguir insolvente entraría en concurso de acreedores y entraríamos en una fase judicial.
Tras una fase de liquidación, donde el deudor deberá liquidar todos sus bienes para pagar a los acreedores en la medida posible, el resto de deuda no pagada desaparecerá para siempre.
Si acredita el deudor en el Juzgado que es deudor de ‘Buena Fe’, si el pasivo total del deudor es inferior a 5 millones de euros, y se somete a un plan de pagos de las deudas de derecho público (Seguridad Social y Hacienda) y los créditos por alimentos (en los casos de divorcio) si los hubiere, obtendrá el perdón del 100% de la deuda.
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